Protección Civil de Arroyo de la Encomienda cuenta con un equipo canino especializado en búsqueda y rescate de personas desaparecidas en grandes áreas, además de varios drones que facilitan esas tareas.
Entrenamiento y preparación
Los perros de la unidad son entrenados desde cachorros a través de un reforzamiento positivo, para detectar olores de personas a kilómetros de distancia. «Primero trabajamos para encontrar personas en puntos fijos, luego se intenta complicar el entrenamiento buscando a personas semi enterradas, en altura o en movimiento», comenta Ana Hernández, voluntaria de Protección Civil. «Cada vez que encuentra a una persona se le refuerza positivamente a través de juego», añade.
Pero el perro no es el único que tiene que estar preparado, los guías caninos tienen que saber de aerología y topografía para poder medir los vientos y controlar el terreno sin perderse.
Además, deben de saber controlar las distintas aplicaciones electrónicas que se utilizan para los rescates, «Todos los voluntarios han de ser instructores caninos y tener una preparación previa detrás, no vale cualquier persona, necesitamos ser eficientes y operativos», añade Ana Hernández.
Trabajo diario
Formar parte de una unidad canina puede parecer divertido, pero no es algo que esté hecho para todo el mundo. «Es muy bonito decir que tienes un perro de rescate, pero el compromiso diario tiene que existir, tu día a día tiene que ir enfocado a eso. Los perros tienen que entrenar, llueva, nieve o haga viento», completa Ana. «Los gastos de mantenimiento son elevados, los perros necesita comer bien para tener un buen rendimiento», finaliza.
El trabajo con perros se encuentra en proceso de evolución, cada vez se les incluye más a menudo en labores de rescate. «Me alegro de que los perros ya se vean como una herramienta y no como alguien que elimina el trabajo», comenta Alba Zurro, voluntaria de Protección Civil, «Nuestro principal objetivo es cubrir grandes áreas con rapidez, los perros abarcan en menos tiempo mucho más que una persona a pie», añade.
Legislación canina
Al no existir un protocolo establecido para todas las CC. AA. , cada una decide en que momento utilizan las unidades caninas. Esto provoca que en muchos casos se pierda efectividad o incluso fiabilidad. «Creo que es necesario que, tanto perro como guía pasen unos exámenes, cada cierto tiempo, que certifiquen que son aptos. De esta forma se confiaría mucho más en los perros.», concluye Ana.