Victoria Calleja, presidenta del Club Karate de Arroyo, imparte karate en la localidad desde 1996. Antes, daba clases por los colegios de Valladolid y en 2014 decidió crear el club en Arroyo de la Encomienda. Empezó en el local de la calle Carromajada con unos cinco alumnos y hoy son casi 100, muchas niñas y mujeres, que entrenan los martes y jueves en el pabellón del CEIP Elvira Lindo.
Sexto DAN
Se inició en el Karate desde pequeña en el colegio, animada por su padre y recientemente se ha convertido en la segunda mujer de Castilla y León con sexto DAN, que representa un gran nivel de maestría y requiere años de dedicación, disciplina y entrenamiento constante. Ser sexto DAN implica un profundo conocimiento y comprensión de los principios fundamentales del arte marcial, así como la capacidad de transmitir ese conocimiento a otros. «Practicar karate me ha servido para sentirme segura y tranquila».
Taller Defensa 8-M
Esta seguridad, que se obtiene conociendo distintas técnicas de defensa personal, la transmite, a las mujeres del municipio desde hace años, a través del Taller de defensa Personal con motivo del Día Internacional de la Mujer, que cada año convoca a una treintena de niñas, jóvenes y mujeres. «Enseñamos cosas básicas, pocas nociones, pero efectivas porque lo que se pretende es que se sientan seguras y que las sirvan para defenderse en una situación de peligro», explica Calleja.
Calleja junto a Héctor Román y Diego del Pozo conforman el equipo del Club arroyano para ofrecer mucho más que deporte. «Ayuda a modelar la personalidad, viene muy bien a los niños nerviosos porque se vuelven más tranquilos y confiados. Ayuda, por ejemplo, a perder el miedo en un examen oral o en una entrevista de trabajo», asegura. «Además», continúa, «no se necesitan unas condiciones especiales, se van trabajando, y todo el mundo puede practicarlo, desde los 5 años hasta los cien. Cualquier edad es buena para iniciarse en este arte marcial que en japonés significa ‘mano vacía’.
Las clases, todos los martes y jueves desde las cuatro a las nueve de la noche, según la categoría se inician y terminan con un minuto de concentración.