Mamografías rutinarias: de casa al hospital en bus

A pesar del frío y la lluvia, el pasado 21 de noviembre fueron varias las mujeres que apostaron por su salud y se subieron al ya conocido como el bus de las mamografías. Carmen, Inmaculada, María Asun y Montse esperaban al vehículo que las llevaría al Hospital Río Hortega de Valladolid para someterse a la inspección rutinaria de sus mamas con el fin de controlar su estado y que persigue la detección precoz, además de la prevención.
La delegación de la Asociación Contra el Cáncer de Valladolid realiza estas rutas y esta vez tocaba en la zona de Arroyo, Simancas y La Flecha.
«Me enteré por El Nuevo Arroyo de que podía pedir cita para ir a hacerme la prueba a través de la Asociación. Llamé y rápidamente me apuntaron en la lista. Me parece un servicio muy cómodo para poder ir al hospital sin necesidad de coger el coche y creo que volveré a usarlo», comentaba en la parada del autobús la arroyana Inmaculada Revuelta.
«Yo repito»
Junto a ella, Carmen Blanco destacaba la comodidad del servicio tras haber recibido la cita por carta. «Me llegó la notificación y es la segunda vez que hago la ruta del bus de las mamografías. Yo repito y seguiré repitiendo siempre que pueda». Tras recibir la carta, pidió la cita y «ya va todo rodado: me subo al bus, llegamos al hospital y allí ya nos están esperando. No tenemos que hacer colas ni se demora el servicio».
En la parada conocida como la de la vaca, el fuerte viento y la amenaza de lluvia, junto con alguna gota que caía despistada, invitaban a subirse al autobús. Pese al frío, las mujeres charlaron un rato esperando la llegada de todas para, ahí sí, subirse juntas para poner rumbo al hospital.
«Me enteré de la existencia de este servicio hace dos años y empecé a usarlo. Me llega la notificación a través de carta y esta opción facilita la cita porque llegamos y nos están esperando. Es una gozada», explicaba María Asun Pérez minutos antes de acceder al vehículo. El horario de la ruta convenció a Montse Marcos, quien reconocía que «es una buena opción para pedir cita para la mamografía y recibir la atención sanitaria de forma rápida y sin hacer la interminables colas que suele haber».
Con todas las mujeres de la lista subidas en el autobús, el conductor de la ruta arrancaba rumbo al hospital pasadas las dos de la tarde. Todas coincidían en la importancia de realizarse estas mamografías de control porque «es mejor prevenir que lamentarse de no haberlo hecho».