Cada año, muchos jóvenes abandonan su casa en busca de completar su formación, de mejores puestos de trabajo o para obtener conocimientos que les ayuden a ser mejores profesionales en el futuro.
Al finalizar el verano muchos de estos jóvenes se embarcan en nuevos proyectos y en algunos casos es necesario alejarse del hogar para conseguir todas sus metas.
En Arroyo de la Encomienda son muchos los vecinos que inician este tipo de aventuras cada año. María Estefanía Rodríguez, Nuria Fernández y Adrián Álvarez son tres vecinos del municipio que a partir de septiembre traspasarán las fronteras para continuar con su desarrollo.
Ingeniera Industrial en Praga
Estefanía es licenciada en un Grado de Ingeniería en Organización Industrial y en el Máster de Ingeniería Industrial en la Universidad de Valladolid. Actualmente está trabajando como ‘Commodity Buyer’ en la empresa Faurecia dedicada a la fabricación de interiores de coches. Estefanía es la encargada de los embalajes en Europa y gestiona todos los proveedores de embalajes además de analizar los procesos productivos para mejorarlos. La joven ha recibido una oportunidad laboral de esta empresa en la sede de Praga, en República Checa, y no la ha desaprovechado.
Profesora en Minnesota
Nuria ha hecho la carrera de Educación Primaria y ha terminado el trabajo final de grado en el mes de julio. A partir de una beca de la organización ‘Amity’, se va a Estados Unidos, Minnesota, a vivir con una familia y a dar clase de estudios sociales y educación plástica en un instituto.
Ciencias Ambientales
Adrián ha estudiado Ciencias Ambientales y en la actualidad está terminando el máster de Ingeniería Ambiental.
Cuenta con contrato de prácticas en la Funge, Fundación General de la Universidad de Valladolid, que ayuda a los jóvenes sin experiencia a obtenerla. Por ello, trabaja en Veolia, una empresa dedicada a los servicios medioambientales, y emprende su aventura a Japón para poner fin al máster, realizando en Tokio, tres asignaturas de la carrera y el trabajo de fin de máster.
Mejores profesionales
Los tres vecinos de Arroyo coinciden en que el principal motivo del viaje es seguir formándose en sus especialidades, pero se diferencian en la función que van a llevar a cabo. Estefanía Rodríguez se va «porque las condiciones para un recién licenciado no son tan buenas cómo afuera, y a mayores quiero vivir la experiencia, conocer otra cultura y otro país». Nuria Fernández se centra más en el aprendizaje, «he hecho una especialización en inglés, y mi objetivo en Estados Unidos es aprender bien el idioma, más allá de trabajar, que además en España sería imposible sin hacer la oposición».
Adrián Álvarez se decantó por Japón, «tenía para elegir entre México, Vietnam y Japón, pero elegí el país nipón que me ofrecía más facilidades y es muy atractivo recibir una formación en Tokio, por la calidad de sus universidades y sus laboratorios» añade. «En el mundo de la ciencia es esencial saber inglés y en México no sería igual».
Arroyo en la mente
Los tres jóvenes van a iniciar una aventura que marcará su vida para siempre. Durante un año se alejan del pueblo que los vio crecer y cada uno lo echará de menos a su manera. Adrián ha vivido más de una vez fuera del municipio, estudiando en Salamanca y con una pequeña aventura en Noruega. Tiene claro lo que va a añorar: «al ir a una de las ciudades más grandes del mundo, la tranquilidad del pueblo va a desaparecer de mi vida». Nuria extrañará ciertas actividades, «me va a doler no poder ver al Unión Arroyo los domingos». Por último, Estefanía, tiene otro punto de vista, «voy a notar mucho la diferencia del clima».