Los episodios de lluvias continuadas acompañadas de fuertes rachas de viento de la pasada semana han causado daños en distintas zonas del municipio, aunque sin tener que lamentar daños personales o materiales importantes.
Ha sido el caso del parque del Socayo, una de las zonas más afectadas por los temporales Gerard y Fien que azotaron la península a mediados del mes de enero.
Los chopos situados junto al mirador más cercano a la desembocadura del Rodastillo en el río Pisuerga han perdido el apoyo adecuado y están iniciando un movimiento de vuelco hacia el río, amenzando con desprenderse en cualquier momento debido a su peso. El cepellón ha sido el causante de la fuerte inclinación del álamo provocando un movimiento de tierras que ha dañado los elementos de paseo y el propio mirador.
Estos chopos, de más de 30 metros y un peso aproximado de 4 toneladas cada uno, están situados en terreno rústico que es Dominio Público Hidráulico Cartográfico, y por tanto responsabilidad de la Confederación Hidrográfica del Duero.
Desprendimiento de terreno
El Ayuntamiento ha notificado la situación a la Confederación, ya que además de los daños ocasionados por el movimiento de tierras hay peligro de que varios árboles situados en la ribera se desprendan y se lleven parte del terreno de la ribera con ellos.
«Las roturas y grietas aparecidas en el terreno están avanzando rápidamente siendo previsible la caída en un período corto de tiempo», explican desde el Ayuntamiento. «Por ello», apuntan, «en caso de desprendimiento de la zona agrietada al Pisuerga será necesario reacondicionar y vallar el entorno para reponer las condiciones de seguridad».
Dado el riesgo existente, el Ayuntamiento ha procedido al balizado perimetral de la zona para evitar daños personales o materiales, ha notificado la situación y ha solicitado permiso para la tala a la CHD y al Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta.