Equipo de fútbol femenino la flecha de 1983
Allá por el año 1983, un grupo de jóvenes mujeres se reunían de vez en cuando para jugar al fútbol, a lo que poco a poco se engancharon y acudían asiduamente a entrenar. Sabían que ellas eran igual que los hombres y decidieron fundar un equipo. Nacía así el
“Había equipos de chicos y nosotras también queríamos jugar porque era una buena forma de juntarnos todos y pasar buenos ratos los sábados y domingos, pero acabamos jugando nosotras solas porque no nos aceptaban del todo”, comenta la que se alza como portazos del grupo, Mila.
Ahora, cuarenta años después, las 17 que salen en la fotografía original tomada los primeros meses de existencia del equipo se han juntado con motivo del Día Internacional de la Mujer, celebrado el 8 de marzo. “Para nosotras, como mujeres, jugar era complicado porque no nos apoyaba nadie. Decían que era un deporte de chicos y ni siquiera nuestros padres nos facilitaban las cosas en la mayoría de los casos. Pero nuestros entrenadores confiaron en nosotras y estaremos siempre muy agradecidas a Ángel, el Machaca y Tomás”, cuentan.
Entre risas recuerdan los campos en los que jugaban: una larga cuesta llena de cantos que cuando llovía se formaban enormes surcos e impedían entrenar con normalidad. “No era nada profesional, ni mucho menos, y encima nos hacían subir la cuesta cogiéndonos unas a otras. Lo pasábamos tan bien”, explica Mila mientras las demás comparten carcajadas.
Los viajes para acudir a los enfrentamientos en otros campos también se mantienen en su recuerdo de una manera simpática. “Por aquel entonces, éramos tan poca cosa que íbamos a veces a jugar en los maleteros de los coches, pero si no no cabíamos todas y como no era ilegal pues así íbamos, no hay más”.
La celebración del Día de la Mujer lleva a este ex equipo femenino a destacar los problemas que tuvieron entonces, pero también a agradecer la presencia de mujeres en el deporte a la lucha feminista. “Que exista liga femenina de fútbol profesional es fundamental para igualarnos a los hombres, parece que el cuento ha cambiado desde hace cuarenta años y eso tenemos que agradecérselo a todas las mujeres luchadoras por la igualdad de derechos, por ser igual que los hombres. Tenemos que incentivar que las niñas luchen por lo que quieren y disfruten del fútbol, porque es un deporte tanto femenino como masculino”.