Lleva la autoexigencia por bandera y cree que con «trabajo, esfuerzo, ilusión y ganas» puede conseguir lo que se proponga. Raquel Sánchez Blanco tiene 23 años, vive en La Flecha y será la encargada de representar a Valladolid en el certamen Miss World 2023 que se celebrará el próximo mes de mayo en Los Realejos, Tenerife. Ahora, cuenta los días para la gran cita y asegura estar disfrutando del proceso de preparación previo en el que se encuentra.
Familia, deporte, docencia y moda son los pilares de su vida. En el centro están sus padres, Paco y Silvia, y su hermano pequeño, Javier, que son su apoyo «fundamental». Gracias a ellos es como es, según reconoce, y lo agradece «muchísimo». La actividad física ocupa gran parte de sus días y durante diez años practicó gimnasia rítmica. Cuando lo dejó se introdujo en el mundo del fitness. «Iba al gimnasio y allí me di cuenta de que el deporte era como una terapia para mí, que liberaba mucho estrés y salía reforzada mentalmente de cada entrenamiento», reconoce. La propuesta de un entrenador de realizar sesiones de fotos para promocionar diferentes productos deportivos acercó a Raquel al mundo de la moda, aunque ella ya sabía lo que era posar ante las cámaras.
En la moda desde pequeña
Por eso, otra de sus pasiones, la moda, acapara gran parte de su atención. Su vinculación a este mundo viene desde hace años, cuando colaboraba con una tienda de ropa como modelo para promocionar las nuevas colecciones. Pero la sorpresa para esta joven arroyana llegaba a finales de 2022. «Cuando contactaron conmigo para ir a Miss World pensaba que era una broma, no me lo creía, pero ahora estoy dando lo mejor de mí misma para obtener los resultados en los que llevo meses trabajando», relata con una amplia sonrisa en la cara, la misma que al principio se teñía de incredulidad hasta que su entorno le hizo ver que valía para esto. «Lo comenté con mi familia y mis amigos más cercanos y todos me dijeron que lo hiciese, que dijese que sí porque la experiencia iba a ser única. Y aquí estoy, a apenas unos meses del certamen, dando lo mejor de mí misma para conseguir llegar a los objetivos que me he marcado».
Entre esos objetivos, además de llegar en plena forma, para Raquel hay uno que está por encima de todos: disfrutar. «Voy a vivir la experiencia, a sentirme orgullosa del trabajo previo realizado y a estar tranquila y a gusto. Ganar o no ya no depende tanto de mí, así que voy a disfrutar al máximo», asegura.
Pasión por la docencia
Con la mente puesta en el certámen, reconoce que su vida continuará tras este y desea dedicarse al cuarto eje de su vida: la docencia. Estudió Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la Universidad Pontificia de Salamanca y ahora está realizando las prácticas en IES Pinar de la Rubia, su antiguo instituto. «Siempre me ha gustado la docencia y creo que se me da bien, por eso quiero dedicarme a ello», reconoce. Además, su vinculación con la gimnasia rítmica continúa latente e imparte clases en el CD Parque Alameda, donde ella entrenó.
Con el deporte, la moda y la docencia como ejes de su vida y su familia y amigos como pilar fundamental, Raquel tiene fijada su meta en el certamen y, cuando pase, confía en continuar con su vida y aprovechar cada oportunidad que se presente de cara a su futuro profesional.