Desde que en 1223 San Francisco de Asís iniciase esta costumbre cristiana representando el primer belén viviente, en Greccio, Italia, las parroquias, ayuntamientos y ciudades de todo el mundo lo representan en sus iglesias y calles por medio de las figuras del niño Jesús, de su madre María, y de San José.
La iglesia de San Juan en Arroyo y el jardín aledaño han sido el escenario natural del belén viviente representado en Arroyo el pasado domingo 18 de diciembre bajo la atenta mirada de los niños que disfrutaron con la puesta en escena del nacimiento de Jesús en el portal de Belén.
Los asistentes han revivido este hecho histórico fechado el 25 de diciembre por la Iglesia para sustituir a la fiesta pagana del solsticio de invierno.
A lomos de un burrito
Los más pequeños, al igual que las personas que no sabían leer en aquel lejano siglo XIII, comprenden mejor el significado de la Navidad viendo en directo cómo la virgen María y San José llegan hasta Belén a lomos de un burrito. Buscan refugio en las casas cercanas porque se acerca el nacimiento de su hijo, pero nadie les deja entrar y tienen que cobijarse en un pesebre junto a los animales. El lloro de un bebé indica que ha nacido el niño Jesús. Se ha hecho el milagro y el público rompe en aplausos.