‘Impulsar una vida más feliz, saludable y duradera para los hombres’. Con esta premisa se creó en Australia en 2003 Movember, que se ocupa de visibilizar los problemas de salud del hombre centrados en el cáncer de próstata, el cáncer de testículos y la salud mental. El movimiento llegó a Valladolid en 2014 de la mano de los Butcher Brothers, que organizan distintas actividades para recaudar fondos y dar difusión a las enfermedades típicamente masculinas. Movember es la contracción en inglés de las palabras mostacho y noviembre. Los hombres se dejan bigote durante todo el mes para sensibilizar a la población.
Rugby y ciclismo
El movimiento también ha llegado a Arroyo y cientos de personas desafiaron al frío y se movilizaron el pasado fin de semana acudiendo a las dos convocatorias organizadas por el equipo Movember en el municipio: un torneo de rugby y una marcha cicloturista.
Medio centenar de personas pedalearon por las calles de Arroyo en la I marcha Mo-ciclista celebrada el pasado domingo. Por su parte, los veteranos del Club Rugby Arroyo, los ‘Retrorrincos’, se dejaron bigote para jugar el Torneo Movember, con la participación de los equipos ‘Clasic Chami’ y ‘Rugby Nomads’, que disfrutaron en el nuevo campo de rugby de Sotoverde. En la entrada, aficionados y amigos pudieron dejar un donativo y adquirir productos relacionados con la causa.
Entre los dos eventos se recaudaron más de 500 euros, que se sumarán al total acumulado por Movember Valladolid y que quiere llegar a los cien mil euros para celebrar sus diez años de existencia en la provincia.
El IESO se deja bigote
Los alumnos del IESO de Arroyo han conocido el movimiento Movember gracias a la iniciativa del coordinador de convivencia, Juan Cubero, que ha organizado durante todo el mes de noviembre distintas actividades para visibilizar este movimiento y la importancia de que los hombres acudan a las revisiones.
«Queremos que los alumnos se conciencien de la importancia de cuidar su salud y además intentamos recaudar fondos destinados a proyectos de salud masculina», explica el director Jesús Manso.
Los alumnos pueden comprar las chapas creadas por el propio Cubero o subir a sus perfiles sociales una foto en el photocall de la entrada del instituto con un bigote postizo. El objetivo, en todo caso, es sensibilizar y educar a los hombres e impulsar un cambio positivo en la salud masculina.

