Desde el pasado jueves 2 de noviembre la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) dio aviso de alerta naranja en todas las provincias de Castilla y León por la entrada en la península Ibérica de una ciclogénesis explosiva, de nombre Ciarán, que dejaría lluvias y rachas de vientos de hasta 100 km/h. Después de una breve pausa llegaría la borrasca Domingos que también llegaba cargada de agua y con bajada de las temperaturas.
Ambas borrascas se han dejado notar en Arroyo y los voluntarios de Protección Civil además de ofrecer consejos de protección por los fuertes vientos activó a sus miembros para señalizar árboles caídos, y otros elementos que pudieran constituir peligro por el viento como carteles y vallas, además de colaborar con el 1-1-2.
Por su parte los bomberos de la Diputación han tenido días de trabajo duro retirando árboles caídos -como el que se metió en un chalé de La Vega-, y cortando árboles que suponían un peligro para las viviendas y vecinos. Han sido multitud de actuaciones en todo el municipio y aunque las borrascas se han dejado notar afortunadamente no ha habido que lamentar ningún daño físico para los vecinos, que han notado de golpe el frío y la lluvia tras una entrada del otoño más templada y seca de lo habitual.
