El mes de mayo, el mes de las flores y para la Fe cristiana, el mes de la Virgen María, y por ello es también el mes de las comuniones en toda España. En Arroyo, 159 niños de entre 9 y 10 años se preparan para recibir la Primera Comunión durante los cuatro fines de semana de mayo. 98 lo harán en la iglesia de La Vega y 61 en la parroquia de La Flecha.
Aunque se trata de un número alto, que se mantiene estable, los párrocos de ambas iglesias son conscientes de que el número de comuniones está a la baja, debido a varios factores, como la bajada de la natalidad, pero también por el descenso en la práctica religiosa en España. «Las familias asisten menos regularmente a la iglesia, lo que afecta la frecuencia de las celebraciones religiosas, incluidas las comuniones», explica el párroco de La Flecha, Jesús García Gallo. A ello hay que añadir que las comuniones se han convertido en eventos más elaborados, a veces comparables a pequeñas bodas. Esto puede generar presión en las familias y hacer que algunas opten por celebraciones más sencillas o incluso prescindan de ellas.
Antes, la primera comunión se celebraba de manera íntima y modesta, con la participación de unos pocos familiares cercanos, aunque convocaba a mucha más gente porque había muchos hermanos y primos, que lo celebraban de forma sencilla, explica García Gallo. Ahora hay menos, pero hacen una gran fiesta. Por su parte, el párroco de La Vega, Juan Carlos Fraile, afronta sus primeras comuniones en Arroyo. Viene de Medina de Rioseco, donde el número de comuniones es bastante inferior. En La Vega se celebran comuniones los sábados y domingos de mayo en grupos de unos 12 niños. En La Flecha todos los domingos de mayo y el sábado 18.
Los restaurantes, completos en mayo desde octubre
Después de la ceremonia, se comparten abrazos, fotos y alegría en reuniones familiares y banquetes. Las familias acompañan a sus hijos en la eucaristía y todos visten sus mejores galas para la ocasión, ya que sigue siendo un momento importante para las familias y la comunidad religiosa que lo celebra por todo lo alto en los restaurantes y establecimientos de la zona. El Jardín de la Abadía tiene los salones llenos desde el mes de octubre. «Las familias vienen en septiembre interesándose por el menú y en cuanto tienen cerrada la fecha con la iglesia reservan el día. Últimamente también hay muchas comuniones que se están celebrado el sábado por la noche», explica José Oliveira, director de eventos de El Jardín de la Abadía. La mayoría son familias de Arroyo, pero también vienen de Laguna, Zaratán o Valladolid. «En general», según Oliveira, «reservan en cuanto tienen la fecha fijada por su iglesia. Por eso, es importante que lo párrocos se lo comuniquen cuanto antes porque sí nos ha pasado que algunas familias de La Vega se han quedado sin sitio por no tener la fecha cerrada hasta el mes noviembre. ENA