Hoy en día tanto en el mundo empresarial como en el político se lucha por controlar el relato que viene a ser que las explicaciones sobre lo que haces, gestionas o legislas se impongan en la opinión pública.
No se trata exactamente de tener la razón o que tus explicaciones provengan de causas justas, lo importante es que el relato se entienda, se asimile y se imponga.
Es lo que se llama el storytelling y está basado en la necesidad del ser humano de contar historias y de escucharlas, acción que se remonta a la noche de los tiempos alrededor de una hoguera.
Esta técnica de comunicación consiste en captar la atención del púbico al que va dirigido a través de una historia.
Su objetivo es que el interlocutor se la crea y haga suya y crear vínculos que perduren en el tiempo.
Las técnicas son variadas como contar una historia personal, revelar humanidad o tratar sobre superación de obstáculos, usan un lenguaje natural y apelan a la acción contando siempre con un final feliz.
La causa, acción, producto etc. puede ser sincera o no, pueden buscar tocarnos fibras muy sensibles que nos remueven y hacer que nos posicionemos o elijamos una determinada idea servicio o bien.
Hoy día tenemos múltiples ejemplos de Storytelling, muchos anuncios se hacen así, contando una historia y vendiéndonos más que un producto un concepto como seguridad, felicidad, juventud…
También lo vemos en la política tanto nacional como internacional en la que se lucha por imponer las razones de cada uno.
El relato es una forma de comunicación y para ser efectivo nos corresponde a los receptores (consumidores, ciudadanos) el aceptarlo o no.
Para ello contamos con un arma para aprobar o no el relato y poder elegir, se trata de la libertad y ya lo decía Don Quijote: “La Libertad querido Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos”.